En 2015, todos los países del mundo se comprometieron a cumplir los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas. Cuatro años después, la ONU lanzó la Década de Acción con el objetivo de concienciar sobre la falta de progreso y, sobre todo, de urgir a los países a que adoptasen planes concretos. «En el momento en que entramos en una nueva década queda claro que se necesita mucha más acción. Muy pocos países han hecho los cambios necesarios para cumplir con las promesas que hicieron, y es necesario que todos estén de acuerdo», lamentaba el organismo internacional a principios del año pasado.
«Es un campo inexplorado: vamos a tener que revolucionar el modo en que vivimos y trabajamos, en que producimos energía y alimentos, en que impartimos la justicia y empoderamos a los más desfavorecidos», advertía el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo. Diez años para dar un giro total al mundo que conocemos y construir una sociedad justa e igualitaria en la que la pobreza y el cambio climático pertenezcan al pasado. Con un 2021 ya estrenado, hemos dicho adiós al primer año de la Década de Acción y ningún país puede presumir de haber logrado los ODS.
El Informe de Desarrollo Sostenible 2020, elaborado por la Red de Soluciones para el Desarrollo Sostenible (SDSN, por sus siglas en inglés) y la fundación Bertelsmann Stiftung y publicado por la Universidad de Cambridge, sitúa a España en el puesto 22 del total de países, en lo que al cumplimiento de los ODS se refiere. Nuestro país, a pesar de bajar un puesto respecto al ranking de 2019, consigue subir su rendimiento global de 67,8 a 78,1 sobre 100. Es decir, cierra el año un poco más cerca de cumplir los ODS de lo que lo hizo en 2019. ¿Cómo se ha logrado esta ligera mejora?
Aunque no hay que olvidar que España, al igual que el resto de países, no ha logrado ninguno de los ODS, sí se ha trabajado desde las instituciones para situar los ODS en el centro de las políticas. Un cambio que se hizo especialmente visible cuando en julio de 2018 el, entonces, recién estrenado Gobierno de Pedro Sánchez publicó el Plan de Acción para la Implementación de la Agenda 2030. La introducción de este documento fue toda una declaración de intenciones: «Es necesario cambiar nuestro modelo productivo; hacer una profunda transición ecológica de nuestra economía; asegurar que los beneficios del crecimiento económico redunden en menor pobreza y en mayor igualdad; asegurar los derechos humanos y nuestro estado social de derecho».
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